La
Comunidad de Madrid suprime las ayudas directas a las familias para la compra de
libros de texto para el próximo curso 2012/13 y estudia todavía cómo, en caso de
que haya finalmente una partida presupuestaria para tal fin, va a transferir los
fondos a los centros escolares para que éstos pongan en marcha
un sistema de préstamo de libros para sus alumnos por un
periodo de cuatro años.
El
presupuesto para el próximo curso escolar ni se acercará prácticamente a los 30
millones de euros anuales que la Consejería de Educación venía dedicando a la
compra de libros de texto. Esta ayuda directa para libros y material escolar fue
puesta en marcha por el Gobierno de Esperanza Aguirre desde el curso 2006/07. De
esta ayuda económica se beneficiaban básicamente las familias numerosas, con
independencia de su renta, y posteriormente se amplió la convocatoria también a
familias no numerosas.
A falta de poco más de dos meses para el inicio del próximo curso, la Comunidad de Madrid sólo ha podido anunciar a los colegios que les transferirá unos fondos "con la instrucción de que compren libros a los alumnos de rentas más bajas". Así, la compra de libros será con el compromiso de devolución para que puedan reutilizarse durante más cursos por otros alumnos y los centros onstituyendo fondos para préstamos.
Pero
aún queda mucha letra pequeña para este nuevo sistema que pretende implementarse
en septiembre. La Comunidad de Madrid dice que el ministerio de
Educación "aún no ha comunicado oficialmente" a las autono mías que
cantidad les va a dar para becas de libros y mucho menos ha transferido esas
cuantías.
Hasta
el pasado curso escolar, el ministerio que dirige ahora José Ignacio Wert, había aportado cerca de un 27% de los
citados 30 millones de euros para libros de texto. El mismo porcentaje que venía
aplicando desde el curso 2008/09.
Descartado
ya el criterio que ha predominado en este tipo de ayudas de Esperanza Aguirre,
el de familias numerosas, imperará exclusivamente el criterio
económico. "Los libros se otorgarán a los alumnos de rentas más bajas"
de los ciclos de Primaria y Secundaria de centros públicos y
concertados. Está por ver el umbral de renta que se establecerá.
El
gobierno autonómico pretende agilizar de cara a septiembre la asignación de
fondos a los centros colegiales para poner en marcha este sistema de préstamo,
cuya regulación no precisa la aprobación del Consejo de Gobierno de la Comunidad
de Madrid (ya lo hizo el curso pasado), lo que evitará nueva burocracia.
Desde
la Consejería de Educación se insiste en que el préstamo de los libros de texto
para familias en desventaja socio económica siempre ("desde hace años") ha
convivido con el de los cheques (becas) en mano para libros a las familias
(tantos por cada uno de los hijos escolarizados en Infantil, Primaria y la
Secundaria). Ya el curso anterior se redujo el presupuesto y cada uno de
los alumnos becados de Primaria obtuvieron 90 euros y los de Secundaria 110
euros.
Un millón de euros frente a 30
En
realidad, el año pasado el presupuesto para comprar libros para esa política de
préstamos fue de 1 millón de euros frente a los citados 30 millones de beca para
la compra de textos nuevos. Un sistema que, unido a los fondos destinados en
cursos anteriores, favorecía a 40.000 familias al año, según datos de la
Consejería de Educación.
La
falta de dinero procedente de Educación, que ya anunció un recorte presupuestario del 20%, para las becas de libros ha
llevado a la Consejería de Educación (que hasta el momento dedicaba de su
presupuesto el 73% del importe total) a justificar su política de "reforzar el
sistema de préstamo". De esta forma, "se logra sacar más provecho de
los escasos fondos para becas al poder reutilizar los libros
más de una familia", explican desde la consejería de Lucía Figar.
Los
centros escolares estudian en la actualidad la puesta en marcha de este sistema
de préstamo, que ha funcionado ya en comunidades como Andalucía y Castilla-La
Mancha, y tienen cierta autonomía para decidir cómo establecerlo en cuanto a
cursos y ciclos. Los Consejos Escolares de los centros determinarán la vida útil
de los libros (se pretende un mínimo de cuatro años) en función del estado con
el que terminen.
Hoy
por hoy, las editoriales incluyen (sobre todo en los correspondientes al ciclo
de Primaria) variados ejercicios a resolver por cada alumno en los mismos libros
de texto quedando éstos prácticamente inutilizados para una segunda vez, ya que
la escritura queda indeleble.
Por
último, habrá sanciones para aquellos que maltraten el libro y
éste no pueda ser usado durante los cuatro años de plazo mínimo establecido. Las
familias tendrán que abonar el precio del mismo para que el colegio pueda
adquirir uno nuevo y en caso de que no lo repongaperderá el derecho a
participar en el sistema de préstamo de libros para el siguiente curso.
Todo ello está fijado en el Decreto de Convivencia aprobado por la Comunidad de
Madrid en 2007.
FUENTE
La Marea verde propone otras "maravillosas partidas para recortar"
.